Muy buenas.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, nos lo ha dicho bien clarito: tenemos un presidente que es un bobo. Las palabras que dijo (y que, por supuesto, ahora el Elíseo se apresura en desmentir) durante una cena ponen de manifiesto que al mandatario francés no se le ha pasado por alto algo que, por otra parte, es notorio: "puede que Zapatero no sea muy inteligente".
Y es que, desgraciadamente, es verdad, la pura verdad. No sólo no es muy inteligente, sino que ni siquiera lo es un poco: es un tonto, un inepto, un bobo solemne. En España hemos cometido el error de poner a un inepto al frente de nuestro Gobierno, un inepto que no sabe ni a dónde va ni a dónde lleva a España.
Es la grandeza y la miseria de la Democracia: cualquier bobo de solemnidad puede llegar a ser presidente del Gobierno y llevar las riendas y el devenir de todo un país... o lo que quede de él. La prueba la tenemos delante de nuestras narices, con el ineZPto y Bush como máximos exponentes.
Tal como dice Irene Lozano, está claro que la inteligencia no está directamente relacionada con la capacidad para ganar elecciones: en España hemos votado dos veces al mismo ineZPto; en EE.UU. dos veces al criminal Bush; mientras que en Italia ya van por ¡tres veces! al impresentable, machista y retrógrado Berlusconi.
A fin de cuentas, ¿será cierto que cada pueblo tiene los gobernantes que se merece? Visto lo visto, da por creer incluso que tenemos sí...
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