miércoles, 31 de marzo de 2010

‘The Economist’ arremete contra Zapatero

Buenas.

Los chicos de ‘The Economist’, que no pasan por ser precisamente unos pardillos en temas económicos, han vuelto a poner al inepto gañán en la picota y a desconfiar de la capacidad de España para salir del atolladero en la que el mequetrefe impresentable nos ha metido.

Y claro, es que es lo que nos merecemos por tener al frente de la nación al tipejo más incompetente, incapaz, mediocre y mamarracho que ha pisado La Moncloa (invitados incluidos).

Aquí os dejo la reseña en ‘El Confidencial’ al artículo publicado por ‘The Economist’:

‘The Economist’ arremete contra el ‘zapping político’ de Zapatero

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, está practicando el "zapping" político para hacer frente a la crisis económica y hasta ahora ha recurrido a los movimientos tácticos para aplacar a los sindicatos, los Gobiernos autonómicos y, en última instancia, a los mercados de deuda.

Así lo afirma la revista "The Economist" en un artículo muy crítico con la gestión del gobernante español, titulado "El zapping de Zapatero", en el que se afirma que "después de mucho tiempo de aplazar las decisiones y de paranoia, ha llegado el momento de que el presidente del Gobierno demuestre liderazgo".

La publicación argumenta que España necesita urgentemente reformar su mercado laboral, su estructura económica y su sistema de gasto público, y que debería tomar ejemplo del ex presidente socialista Felipe González y lograr un pacto con la participación de sindicatos, empresarios y partidos políticos.

"The Economist" advierte de que Zapatero "tiene pocos meses para demostrar que puede adoptar las medidas radicales necesarias para prevenir años de estancamiento, que podrían desatar los desórdenes sociales que teme. Retrasar el dolor sólo lo incrementará".

"Si no sale de él liderar este proceso, muchas personas en su propio partido, así como los españoles de a pie, pueden empezar a preguntarse pronto por qué está en el Palacio de la Moncloa", se afirma en este artículo, en el que se considera que "hay buenas razones para que los inversores se preocupen por España".

Se indica en este sentido que España tiene la tasa de desempleo más alta de Europa, un 19,5%, que la economía sigue en recesión, que no habrá un crecimiento apreciable hasta 2011 y que el déficit ha aumentado hasta el 11,4% del PIB en 2009 debido a la reducción de los ingresos impositivos y al gasto generado por el paro.

"Sin una vuelta más rápida al crecimiento, la deuda pública puede convertirse rápidamente en insostenible", dice la revista.

"The Economist" acusa a Zapatero de "empeorar las cosas" y le critica "por fracasar a la hora de prever que la caída se avecinaba", por "hacer un diagnóstico equivocado al pensar que sería una recesión frente a la que sólo había que esperar" y por "seguir financiando el paro con dinero público y subiendo las pensiones y los sueldos de los funcionarios, dejando de lado las reformas".

Ha sido la reacción de los mercados, poniendo en tela de juicio la solvencia de las finanzas públicas españolas, lo que ha hecho reaccionar al Gobierno socialista, según señala esta publicación.

Y cuando se ha reaccionado, añade, ha sido para "lanzar abruptamente un plan de austeridad y una vaga reforma del mercado laboral, de la que se retiraron algunos aspectos en cuanto se escucharon las primeras declaraciones de protesta".

"The Economist" concluye que los problemas de España "empiezan en casa", empezando por un boom económico que se sustentó únicamente en el sector inmobiliario, por una economía con altos costes y baja productividad, y por un sistema laboral asimétrico, que protege en extremo a unos trabajadores y deja indefensos a otros.

Además, dice "The Economist", "años de comprar a los Gobiernos regionales con dinero en efectivo y excesivas devoluciones de competencias han derivado en que el Gobierno central sólo controle directamente un quinto del gasto, mientras las empresas tienen que superar las montañas que suponen las regulaciones que se solapan".

martes, 30 de marzo de 2010

Cambio de prensa de cabecera

Muy buenas.

Quienes me siguen sabrán que habitualmente mi fuente básica de información ha sido el periódico ‘Estrella Digital’. Pues bien, me da la sensación (no confirmada por ninguna noticia, aclaro) de que este periódico ha sufrido en los últimos meses una especie de “purga” en la que las plumas más talentosas han sido eliminadas en favor de otras más, digamos, “afines al régimen”.

Es vergonzoso cómo se les ve el plumero a “periodistas” (o habría de decir palmeros) como Ion Antolín o, sobre todo, al fundamentalista Manuel García Rico.

En cambio, han desaparecido plumas brillantes y críticas (tanto a derecha como a izquierda) como Pablo Sebastián (fundador del periódico), Daniel Martín, Juan Francisco Martín Seco, Manuel Martín Ferrand o una mujer que, desgraciadamente, duró poco desde su debut: Irene Lozano.

Pero claro, a rey muerto, rey puesto. Y es que el periódico ‘El Confidencial’, que un servidor ya había utilizado alguna vez como fuente de información, parece que tiene el rigor documental y el estilo crítico que me parece más adecuado. Además, he encontrado un auténtico filón en los artículos de S. McCoy y Roberto Centeno, que viene siendo uno de los economistas más destacados del panorama nacional.

Por supuesto, no se trata de leer sólo las opiniones de este periódico; hay que contrastar puntos de vista, por supuesto. Pero creo que en adelante mis apreciados lectores vais a tener la oportunidad de leer en este blog más de un artículo escrito por los periodistas mencionados arriba, que por otra parte lo hacen mucho mejor que yo y tienen información de primera mano de todos los tejemanejes que se cuecen por Moncloa y sus alrededores.

Así que… ¡a disfrutarlo! Y para empezar, os dejo un artículo de Roberto Centeno en el que se analizan las mentiras que este (des)Gobierno nos ha contado y nos sigue contando en temas económicos con la connivencia del BdE y el INE. Es un artículo de Enero, pero creo que es plenamente vigente para darnos cuenta de la gran fosa a la que, con su incapacidad y sus mentiras, nos ha arrojado el inepto gañán. Advertencia: ¡agárrense los machos porque la cosa se va a poner movidita! Merece la pena leerlo entero, aunque sea un poco largo. Avisados quedan.

Un saludo a todos.

De previsiones y mentiras

Esta época del año es siempre tiempo de previsiones, con muchos datos anuales conocidos y con toda una serie de medidas de efecto económico significativo ya en marcha. Previsiones, que como es habitual en la España de Zapatero, nada tienen que ver con las mentiras oficiales. “Estamos a punto de superar la crisis si no es que la hemos superado ya”, afirma el personaje, defendiéndose del pitorreo generalizado que ha producido su nombramiento como presidente europeo de turno: un inepto incapaz de arreglar su propia economía, promete arreglar la de Europa en seis meses.

 

Le recuerdan el paro, particularmente el juvenil y el femenino, en que somos líderes europeos, o un sector de la construcción, el único que sigue aún en caída libre, y se preguntan como el editorial del Times “¿cómo esta España tambaleante puede guiar a Europa?”. Pero yo les doy otro dato, más representativo si cabe de la realidad económica actual, e imposible de ocultar por los palmeros del INE y del Banco de España: el consumo de electricidad lleva quince meses cayendo, algo que no había ocurrido ¡desde la posguerra! Pero es que en noviembre, cuando el BdE con datos sesgados afirma con total desvergüenza que las cosas van mejor, resulta que frente al mismo mes del año anterior la caída del consumo ha sido del 5,4%, peor que octubre sobre octubre, -2,8 %, y peor que la media anual, -4,4 %.

 

Los agentes económicos, y no digamos la gente, no parecen todavía conscientes del desastre que se avecina, y creen o quieren seguir creyendo a un Gobierno para quien la mentira es su única estrategia. Las  previsiones oficiales sobre 2009, tanto del BdE como del Gobierno  fueron de una mendacidad absoluta. Según el BdE, la tasa de paro bajaría del 10,2% al 9,2%, mientras que el  PIB, que había caído ya al 1,8% interanual, subiría al 2,1 %. Y don Miguel Ángel se quedó tan ancho. En los PGE 2009, PIB, 1%; tasa de paro, 12,5%; necesidades netas de financiación del Estado, 28.500 millones de euros.

 

Realidad oficial con datos a noviembre: PIB, -4%; tasa de paro, 19,4% (Eurostat); necesidades netas financiación Estado, 126.000 millones de euros. Jamás en la larga historia de la hacienda española y del BdE, se había mentido tan masivamente. Realidad pura y dura: PIB, -7%, estimado por la variación del consumo de gasóleo automoción y por los componentes de la oferta y la demanda; tasa de paro, añadiendo los colectivos excluidos, a mayor gloria de Zapatero, 22,6%.

 

Problemas específicos

 

Aparte la crisis general, en España existen problemas específicos  sin cuya solución previa cualquier recuperación es imposible.

 

Ningún país del planeta tiene un modelo de Estado donde la parte del gasto de gobierno sea sólo la tercera parte del resto de administraciones; donde se haya fragmentado el mercado interior de tal forma que existen más barreras interiores que exteriores; donde exista un funcionario o similar por cada cinco ocupados – uno por cada 15 en la UE o por cada 36 en EEUU-; donde un volumen de gasto público, equivalente al 7% del PIB, sea puro despilfarro, y donde la corrupción institucional y personal haya alcanzado niveles tan escandalosos.

 

Ningún país civilizado tiene un sistema bancario con la mitad de los activos en manos de políticos regionales y sus amigos, que lo utilizan a su antojo. Un modelo esencialmente corrupto e incompatible con el mundo actual, pero que increíblemente va a más y no a menos. Tampoco existe sistema bancario alguno cuya deuda supere en 50 veces sus beneficios anuales oficiales, y no digamos los reales.

 

En ningún país desarrollado el nivel de endeudamiento de familias y empresas alcanza más del doble del PIB, y supera en un 40% a todo su ahorro, y lo que es  peor, mientras el proceso de desapalancamiento está casi terminado en la mayoría de países, en España apenas ha comenzado. Tampoco ningún país tiene el sistema energético en manos  monopolios privados –la electricidad y el gas van a subir más de un 20%, no la ridícula cifra que proclama el Gobierno-  ni un sistema de distribución que multiplica por cinco o más el precio de los productos agropecuarios desde el origen, ni tampoco un mercado laboral tan rígido y profundamente injusto.

 

Previsiones 2010

 

En la economía real, los hechos esenciales cara a 2010 son: crecimiento imparable del gasto de las AAPP y reducción de la renta disponible de las familias, devastada por el paro, los incremento brutales de tasas e impuestos de todo tipo, y por la subida desbocada de todos los servicios esenciales. En la financiera, la incapacidad del sistema bancario para amortizar su deuda, casi 90.000 millones en 2010; para absorber una morosidad creciente, más del doble de la oficial, y para seguir ocultando mucho tiempo más una situación de quiebra. Resulta inaudito que el BdE haya permitido dar beneficios de más de 16.000 millones en 2009 al sector, y en lugar repagar deuda, han refinanciado más de 80.000 millones con aval del Estado. En varios bancos cotizados, los especuladores están apostando por su hundimiento. 

 

¿Y cuál es la situación de partida? Mucho peor que hace un año, primero por el hundimiento de las cuentas públicas y la nula voluntad de CCAA y Ayuntamientos a reducir su despilfarro; luego porque la industria y los servicios, después del atisbo de recuperación durante el verano, han vuelto a caer, particularmente en noviembre, y no muestran signo alguno de recuperación, y finalmente, por un nivel de endeudamiento de familias y empresas que supera todo lo imaginable.

 

¿Y las cifras? Las necesidades netas de endeudamiento, que son las que miden el agujero real de las cuentas públicas, ascendieron en 2009 a 172.000 millones de euros o el 16,6% del PIB, 126.000 del Estado. En 2010, la estimación del Estado, dada la  infravaloración de numerosas partidas, como subsidios de desempleo o intereses de la deuda, y la sobrevaloración de ingresos, basada en previsiones delirantes del consumo y la inversión, es de 200.000 millones, y lo realmente demoledor, casi todo estructural, ¡la mitad del gasto se financia ya con deuda! Para el resto de AAPP y empresas públicas, si el próximo día 28 el Gobierno no logra un compromiso real de reducción de gastos y sigue autorizando sin mirar todas las peticiones de endeudamiento que se le presentan, éste superará los 60.000 millones –46.000 en 2009-, en conjunto unas necesidades de financiación netas de 260.000 millones o el 25,1% del PIB, que llevarán el ratio deuda/PIB al 93% a fin de año,  lo que supondrá rebajas de “rating”, y dificultades graves para financiar tan enorme masa de gasto estructural, consecuencia de un modelo de Estado inviable e intrínsicamente corrupto.

 

Y en cuanto al paro, está creciendo en más 180.000 personas mes, y ello sin tener en cuenta las trampas del efecto Caldera y otras varias. El paro registrado ha sido de más de 50.000 personas, en noviembre y diciembre, pero han sido suprimidos de las listas de demandantes de empleo los parados inscritos en el Programa Temporal de Protección por Desempleo, más de 100.000 al mes, 368.000 hasta final de noviembre, aparte 15.000 autónomos/mes que tampoco figuran como parados. Da igual cuantos parados oculte la EPA clasificando a más de 500.000 jóvenes como inactivos, la realidad es un paro actual superior al 22% y  al 27% a fin 2010, más de 6 millones de parados. Enero será particularmente dramático, con un paro registrado que superará probablemente los 150.000, o 250.000 sumándole los parados eliminados del Programa Temporal.

 

Y termino, no hay espacio para valoraciones sectoriales, pero si mencionar el desplome de la construcción. Con cifras oficiales manipuladas, el número de viviendas iniciadas cayó un 47,2% en el tercer trimestre respecto al segundo, lo que significa que en 2010 se iniciaran menos de 100.000, algo realmente inaudito. Al contrario que en el resto de países, la situación es dramática. Los precios de la vivienda deben bajar entre un 30% y un 50 % adicional, algo que los bancos con la permisividad del BdE están impidiendo.

 

El resumen, aunque la cifras y previsiones del INE y el BdE se ajustarán como siempre a las necesidades de Zapatero, apoyando, como antes de las elecciones generales, sus afirmaciones más delirantes, e ignorando que la caída del PIB del cuarto trimestre es superior a la del tercero, lo peor está por llegar. A fin de 2010, la situación económica  será insostenible y al borde de la suspensión de pagos, y con una distribución de la riqueza escandalosamente desigual, que nos acerca cada día más a una sociedad dual, con la clase media en proceso de liquidación.

 

lunes, 8 de marzo de 2010

Al final de la escapada

Columna de Carlos Rodríguez en ‘Estrella Digital’:

Con frase de inequívocas resonancias, un prestigioso intelectual expresaba en la semana que termina su opinión de que el presidente Rodríguez Zapatero se acerca "al final de la escapada". Otros siguen creyendo que aún puede, si la Corona le mantiene el respaldo, intentar la fórmula de un Gobierno de amplia coalición que le permitiera ganar tiempo y posponer la convocatoria de elecciones generales. En esa línea, la revista política Mas acaba de hacer el curioso experimento de pedir a cada uno, de un grupo de muy variados habituales comentaristas políticos, su personal lista para el Gobierno que saliera de ese eventual "pacto de Estado" del que tanto y con tanta frivolidad -quizá porque frívola sea la propuesta misma- se habla en los últimos días, dentro y fuera de los cenáculos de la capital.

Lo cierto es que la salida razonable a la actual situación, que sería naturalmente la convocatoria inmediata de elecciones, se dificulta porque las encuestas, por vez primera desde el 2004, emiten señales de que el PP se acerca progresivamente a la posición de probable ganador de las elecciones generales obligadas para el 2012 y que el sentido común y la decencia política aconsejarían adelantar a fecha más cercana, lo antes posible, sobre todo para afrontar las realidades de una crisis económica que puede llevarse por delante demasiadas cosas y afectar seria y duraderamente a aspectos sustanciales de nuestra convivencia política, tan ejemplar desde el inicio de la transición hasta el 2004 y tan dañada desde que, en ese año fatídico, el terrorismo islámico consiguió influir decisivamente en la realidad política española.

[…]

Es cierto que, con Rodríguez Zapatero en la Moncloa, el Gobierno de España ha caído a mínimos históricos, dentro de la etapa democrática, de prestigio, credibilidad y eficacia. Pero todo esto, con ser muy grave, no es lo más importante y ni siquiera lo que define la situación actual de nuestro país, políticamente roto, socialmente fracturado y económicamente al borde mismo de la bancarrota. No es una cuestión de derechas o izquierdas, ni siquiera de populares o socialistas. Es el convencimiento generalizado de que con el actual Gobierno, no por socialista ni mucho menos, que al fin y al cabo es un planteamiento ideológico tan legítimo como cualquiera otro, sino por quien lo encabeza, no hay un horizonte medianamente esperanzador. El caso es que España, en apenas seis años, ha dejado de ser el país cuya limpia transición democrática asombró al mundo, para volver a aquella fatal condición de país invertebrado que tan genialmente describió y explicó el genio de Ortega, nada menos que allá por 1921, en su obra magistral, inolvidable y extrañamente tan actual.

El problema más hondo de la hora actual de España no es, con ser importante y grave para la vida diaria de los ciudadanos, la ya constatada falta de capacidad del actual Gobierno para reconducir la crítica situación de la economía, sino que Rodríguez Zapatero, con sus extrañas actuaciones, divide al país, y por tanto, debilita seriamente las capacidades colectivas. En estas pésimas circunstancias, la original idea de la revista Mas de pedirnos, a un panel de periodistas, nuestras particulares propuestas para un eventual Gobierno de amplia coalición que pudiera corregir el rumbo e iniciar la recuperación de la economía y de la cohesión social en España es provocadora, pero quizá oportuna. Es obvio que, mientras unas elecciones generales no digan otra cosa, corresponde la Presidencia al PSOE, pero también es verdad que el partido tan desafortunadamente hoy en manos de Rodríguez Zapatero tendría, para tan importante responsabilidad, al menos tres muy valiosas opciones en las personas de Joaquín Almunia, Josep Borrell y Javier Solana, políticos socialistas todos ellos de muy alta y cualificada formación, probado sentido de Estado y demostrada honradez.

[…]

miércoles, 3 de marzo de 2010

Bajada de pantalones ante el dictador Chávez

El inepto gañán lo ha vuelto a hacer, otra bajada de pantalones en política internacional que nos deja a la altura del betún como Nación.

Después de que la Audiencia Nacional haya acusado a Hugo Chávez de apoyar a ETA y las FARC, y de que éste haya ironizado sobre el asunto, nuestro maravilloso Ministro de Exteriores aún ve “voluntad de cooperar” en el mono de Venezuela.

Esta es el tipo de (des)Gobierno que nos ha tocado sufrir…

Chávez, otro fascista

La referencia de un auto de la Audiencia Nacional a la colaboración del Gobierno de Venezuela en las relaciones, con fines criminales, de ETA y las FARC fue tomada por el Gobierno español con un retraimiento más que significativo. Si una investigación judicial en curso implica prudencia, la evidencia política de que Chávez ha venido protegiendo y apoyando a las dos bandas terroristas debería haber colocado la prudencia, el recelo y la acción diplomática exigente en las relaciones de España con el régimen chavista. Pero no, si el camino elegido fueron las carantoñas y los paños calientes, a pesar de tanta barbarie y tantos desplantes, el único paso tras el auto fue el retraimiento. Se iban a pedir explicaciones, se dijo oficialmente. El Gobierno venezolano investigará, aunque lo duda, si hay algún funcionario implicado, se añadió oficiosamente. Como si la evidencia política, más allá de la investigación judicial, tuviese que quedar soslayada por los intereses "progresistas" de nuestro Gobierno.

La respuesta pública de Chávez fue, sin embargo, achacar el auto de la "Real Audiencia" al colonialismo y, en última instancia, a Estados Unidos. La frase autoexculpatoria ("Condenadme. La historia me absolverá") es, por cierto, típicamente fascista, en su versión iluminada. Ahora añade que si el presidente Rodríguez Zapatero quiere explicaciones debe pedírselas al ministro Moratinos. La desfachatez no es peor que el crimen ni que la vulneración sistemática del Estado de Derecho y las libertades y garantías de los venezolanos, tampoco de su cooperación con organizaciones terroristas en el empeño totalitario de exportar la llamada "revolución bolivariana". No es peor pero debería servir al Gobierno español para reparar de una vez en lo que logra con su actitud cobarde y complaciente, de larga data ya, con este dictador impresentable.