martes, 20 de julio de 2010

Los amigos de Zapatero

Muy buenas.

Hace sólo unos días, durante el debate sobre el estado de la Nación, nuestro mamarracho particular aseguraba que seguiría asistiendo a la fiesta de los trabajadores de Rodiezmo por muchos años.

Bueno, pues para no faltar a su bonita costumbre de mentir más que habla, resulta que ahora ya dice que no, que no va a ir por allí para no enfrentarse a los abucheos que, más que probablemente, le iban a dedicar sus antiguos “amigos” de la mina y los sindicatos. Problemas de agenda dice… ¡es que es cobarde hasta para esto!

Y ya que ha dejado de tener como amiguitos a los mineros y los sindicatos, pues para no sentirse solo ha decidido buscarse amiguitos nuevos por el orbe. Y como ya sabemos de qué pie cojea (pues parece ser muy amigo de Castro, Chávez y similares), pues ahora anda reuniéndose con lo más granado de los dirigentes internacionales: Zenawi, dictador etíope acusado de decenas de asesinatos, y Kagame, genocida ruandés con el que finalmente no se reunió simplemente por la presión de diversas organizaciones.

Y es que ningún líder serio comete el error (y la indecencia) de hacerse una foto con este mequetrefe: ya le dio esquinazo su idolatrado Obama al cancelar apresuradamente la Cumbre UE-EE.UU. (qué calladitos se quedaron entonces en las filas socialistas); y en Europa lo tienen ya calado después del fiasco de la presidencia española de la UE (y además, seguramente la Merkel no le ha perdonado que le mintiera descaradamente en el affaire E.On), así que el pobre tiene que hacer lo que sea para seguir figurando en la escena internacional, aunque sea haciendo el ridículo por medio mundo.

Y el caso es que todo esto no debería extrañarnos. A fin de cuentas, tenemos a un liberticida junto a otro. Al final, va a ser que se cumple eso de que Dios los cría y ellos se juntan y que “dime con quién andas y te diré quién eres”.

Saludos a todos

miércoles, 14 de julio de 2010

¡Campeones! ¡España campeona!

Muy buenas.

No sé si alguno de quienes leen este blog (que digo yo que alguien lo leerá…) habrá sentido el mismo asco y vergüenza ajena que sentí yo el pasado lunes al ver al siniestro, ruin y despreciable personajillo que nos (des)gobierna recibiendo en el Palacio de la Moncloa a la flamante campeona del mundo de fútbol, nuestra Selección Española, ‘la Roja’.

El indecente y miserable gañán estaba allí, sonriente, dándoselas de español. E incluso cometió la indecencia de callar a Iniesta cuando éste se disponía a hablar; ¡que nadie, ni siquiera los verdaderos protagonistas de la hazaña, le robe el momento de gloria y su cuota de propaganda y autobombo!

Me hubiera encantado que los jugadores de nuestra Selección se hubiesen negado en bloque a ir a visitar a este inmundo personaje. Ellos, los catalanes Xavi, Piqué, Capdevilla, Busquets y Puyol, el vasco Xabi Alonso, el asturiano Villa, el madrileño Casillas, el tinerfeño Pedro, el riojano Llorente, los andaluces Ramos y Navas… todos juntos demostraron que cuando los españoles estamos unidos somos capaces de lo mejor. Y hubiera sido un maravilloso gesto que todos ellos se hubiesen negado a rendir pleitesía a este despreciable ser, que es quien más ha hecho por arengar la confrontación entre hermanos (gesto, por otra parte, que probablemente no esté en mano de los jugadores decidir hacer o no).

El domingo fui feliz. Y fui feliz porque, al menos por unos días, he visto balcones con banderas españolas, gente con SU bandera, la roja y gualda, por las calles, ciudadanos orgullosos de ser tan españoles como vascos, catalanes o andaluces, (porque ser una cosa no tiene por qué significar no ser la otra al mismo tiempo). Y porque al final se consiguió algo que nos ha unido a todos (o a casi todos) y nos ha devuelto por unos días el sentimiento de ser un pueblo unido, mal que les pese a algunos.

Dentro de unos días volveremos a la triste realidad de nuestra casta política, enzarzados en sus discusiones, sus trapicheos y sus ansias de mantenerse en la poltrona a costa de lo que sea y al margen del sentimiento general de la mayoría los ciudadanos. Pero estos días, durante el Mundial y la celebración, me he sentido, nos hemos sentido todos, ESPAÑOLES. Y muy orgullosos de serlo (a pesar de los políticos).

¡Viva Euskadi, viva Cataluña, viva Andalucía! ¡Vivan Madrid y las Castillas! Vivan todas las regiones de España y todos los hombres y mujeres de bien que convivimos juntos, en paz y sintiéndonos hermanos.

¡Viva España!