viernes, 10 de febrero de 2012

Martín Seco: La esquizofrenia del PSOE

Buenas.

Hoy traigo la columna de opinión que Martín Seco publica cada viernes en 'República'. Después de unas cuantas columnas dedicadas a dar cera a la UE, esta vez la dedica al congreso del P (ex-PSOE) del pasado fin de semana. No deja títere con cabeza...

La esquizofrenia del PSOE



En el congreso del PSOE del pasado fin de semana en Sevilla se manifestaron dos partidos socialistas. Pero que nadie piense que aludo a la división entre los partidarios de Rubalcaba y los de Carmen Chacón. No, me refiero a los que aplaudían a rabiar el viernes por la tarde y los que lo hicieron el sábado por la mañana. Sí, ya sé que eran los mismos. He ahí la paradoja. He ahí la esquizofrenia en que se ha instalado el partido socialista.


El viernes se justificaba, enaltecía y vitoreaba los ocho años de zapaterismo. Los delegados dieron una ovación triunfal al ex presidente del Gobierno; sancionaban y ratificaban así su discurso sin la menor autocrítica. Se va convencido de que ha sido el mejor presidente de Gobierno de la democracia. Y es que lo peor de Zapatero es la absurda seguridad en sí mismo, esa especie de inocentona estupidez de que la voluntad lo puede todo.


Su voluntarismo le llevó, sin necesidad alguna y sin que nadie se lo pidiese, a adentrarse en las aguas pantanosas de la modificación del Estatuto de Cataluña, aventura por la que se ha pagado un alto precio en términos de integración territorial, ya que a ese estatuto le siguieron otros muchos cada vez con pretensiones más disparatadas. Si la situación autonómica ya era complicada antes del 2004, la herencia que deja Zapatero es aciaga, incluso dentro de su mismo partido.


Pero es en materia económica y social donde el legado de Zapatero se ha mostrado más destructivo. Una vez ganadas las primeras elecciones, lejos de corregir las medidas económicas y sociales que había adoptado el PP en sus ocho años anteriores, continuó en la misma línea, practicando idéntica política, incluso ahondando más en algunas claramente regresivas como las que se tomaron en materia fiscal: IRPF, Impuesto sobre Sociedades, hasta se llegó a suspender el Impuesto sobre Patrimonio, o se concedió patente de corso para constituir SICAV con fraude de ley.


Zapatero se subió al triunfalismo del anterior Gobierno, vanagloriándose de un crecimiento que era a crédito y que antes o después habría de pagarse con recesión y desempleo. Ni él ni ninguno de su equipo vieron o quisieron ver los desequilibrios que presentaba la economía española y que forzosamente la conducían a la crisis. Es más, cuando esta ya era evidente, de nuevo el voluntarismo le condujo a minimizarla y a considerar que la sortearía con facilidad. Sin la menor idea de economía, asumió directamente el rol de timonel y creyó que podía poner a cualquiera en la vicepresidencia económica para la que, al parecer, no se requerían conocimientos en la materia, sino la plena disposición para asumir y llevar a cabo los designios del jefe.


Con estos mimbres, el desenlace no podía ser más que desastroso. La pobre justificación que esgrime Zapatero y los que hablan en su nombre para justificar las medidas contradictorias y gravemente regresivas tomadas es que había que evitar que España fuese rescatada como Grecia. Es posible que esta fábula, de tanto repetirla, hayan terminado por creérsela. En aquella reunión aciaga de mayo de 2010, lo único que estaba en juego es si la UE ayudaba o no ayudaba a Grecia, y lo único que se puso de manifiesto es la impericia, flojedad en el discurso económico y desconocimiento del juego de póquer que es Europa por parte de los interlocutores españoles, que salieron corriendo ante los primeros envites y aceptaron todas las peticiones sin la menor discusión; conducta que ha constituido la tónica en este largo año y medio.


Pero es que, además, aunque fuese verdad que se vieran forzados a los ajustes por Alemania y por las autoridades comunitarias, lo que en ningún caso les impusieron fueron las medidas concretas que adoptaron, todas ellas reaccionarias al máximo. Los ajustes podían haberse abordado, en lugar de por el lado de los gastos, por el de los ingresos, y, dentro de estos, en lugar de subir el IVA, se podía haber reformado seriamente la imposición directa, tanto en el IRPF como en el Impuesto sobre Sociedades, y acometer una verdadera lucha contra el fraude fiscal. Aun en la crisis hay bastantes ciudadanos y empresas que ganan mucho dinero.


El viernes, los asistentes al congreso daban por buenos y elogiaban la política llevada a cabo por Zapatero; pero he aquí que el sábado esos mismos asistentes aplaudían a rabiar a los candidatos a la Secretaría General cuando criticaban con dureza precisamente esas actuaciones —como si su práctica no tuviera nada que ver con ellos y como si los propios candidatos no hubiesen ocupado puestos de primer orden en la etapa anterior— y cuando proponían todo tipo de iniciativas que en los ocho años de gobierno rechazaron. La esquizofrenia más absoluta. Aunque lo más asombroso es que lo llevan con naturalidad, como la cosa más normal del mundo.

viernes, 3 de febrero de 2012

Chacón como sucesora

Buenas.

De todos es sabido que, tal como ha dicho Rodríguez Ibarra, "Chacón es Zapatero con faldas".

La verdad es que me encantaría que saliese la Chacón (la nueva 'Carmen' de España, por obra y gracia de arañar unos cuantos votos extracatalanes), ya que sería la mejor forma de que el PSOE termine entrando en barrena y por fin reciba lo que se merece después de tanta ignominia y traición a España y los españoles perpertrada por los (des)gobiernos del miserable traidor Zapatero: desaparecer como partido.

Y no es que Rubalcaba esté fuera de toda sospecha, ya que ha sido coautor necesario de todos los desmanes y traiciones de Zapatero durante su etapa de (des)gobierno. Pero es que lo de Chacón ya es de traca: una charlatana de feria, vacua, sin ideas y con el único 'plus' de ser mujer y catalana. Como cuando fue elegida ministra de Defensa (otra de las gracias de Zapatero), pero esta vez sin plus de embarazo.

Ya lo dice Joaquín Leguina en su blog:

Si la alternativa de futuro es –por ejemplo- Carme Chacón (“el final del paganismo y el comienzo de lo mismo”), no es que ellos estén locos, es que nosotros, el resto de los afiliados, si no somos capaces de impedirlo, nos mereceremos el desastre que vendrá de la mano de esta mujer cuya enorme ambición compite en volumen con su desfachatez.
Lo que parece es, tal como apostilla Marcello, que lo que se desea desde el entorno del miserable traidor ZP es que sea Chacón quien salga como 'elegida' para así eludir sus responsabilidades como presidente y para continuar su obra (maldita sea su obra):
[...] nadie sabe de verdad lo que va a pasar hasta que se levante el telón el sábado y termine esta extraña farsa en la que este PSOE post zapaterista –y post/post felipista- no ofrece nada nuevo sino a dos ex ministros y ex candidatos socialistas que en los últimos gobiernos y elecciones acaban de fracasar. De eso no se habla, ni tampoco de pedirle responsabilidades a Zapatero al que además, y para mas escarnio, le aprobarán la gestión de este secretario general y ex presidente del Gobierno que fracasó de una manera estrepitosa en sus dos cargos y que no ha sido capaz de presentar la dimisión. Se quedó, precisamente, para colocar en su sillón socialista a Chacón y para que ella le guarde las espaldas a él, a su funesta herencia y a su clan económico y mediático de poder donde figura el propio marido de la Chacón.
Desde luego, parece mentira que el PSOE haya sido incapaz de buscar a un candidato que le distancie de la oscurísima, miserable y traidora sombra de Zapatero... Congratulémonos, podemos estar en el camino que conduce a la desaparición del PSOE como partido, el más merecido de los finales para un partido que permitió, e incluso aplaudió, los desmanes de sus dirigentes al frente del (des)gobierno de España.

Y, adelantando acontecimientos de cara a las próximas elecciones, si después de todo esto aún queda gente suficiente en España como para hacer ganar al PSOE otras elecciones, es que realmente nos merecemos todos los males que nos ocurran (o al menos se lo merecerían ellos).

jueves, 29 de diciembre de 2011

Manzanares compara el gobierno saliente y el entrante

Muy buenas.

Quienes me siguen saben que el PP no es, ni mucho menos, santo de mi devoción. Es una pena que sea virtualmente imposible que gane otro partido que no sea ni PP ni P (ex-PSOE). Como denuncia Luis de Velasco, el cambio de poder no va a suponer más que una alternancia en la que grandes problemas nacionales van a seguir sin ser abordados:
El gobierno del PP parece así que va a suponer más de lo mismo con algunos mínimos matices diferentes. No parece dispuesto a enfrentar todos estos temas que se pueden resumir en regeneración democrática. La reciente sesión de investidura de Rajoy así lo indica. Contrastó enormemente su agresividad con la portavoz de UPyD, Rosa Diez, la única que en su discurso insistió en este carácter multiforme de la crisis, con la alfombra roja extendida a los nacionalistas. En resumen, mera alternancia, más de lo mismo. El bloque dominante del poder, eso que se llama el “establishment”, no está dispuesto a más, tan sólo alguna mínima reforma. Se va Sagasta y llega Cánovas. Oligarquía y caciquismo como denunció Joaquín Costa. Las formas varían, la esencia permanece.

Pero, aclarado esto, he de reconocer que veo con buenos ojos la victoria del PP: mucho mejor que gane quien sea con tal de echar a la mayor piara de incompetentes, analfabetos, sectarios e impresentables que jamás se pudo imaginar que llegarían a (des)gobernar una nación como España, liderados por el vil, felón y miserable ser que ahora, por fin, ya ha sido echado a patadas de La Moncloa.

Por esto mismo, merece la pena echar un vistazo a lo que de este fracasado (des)gobierno saliente dice José Luis Manzanares.

Buenas noches.

El nuevo Gobierno


El nuevo Gobierno ha sido bastante bien recibido en España y en el extranjero. Hay datos objetivos que no dependen de la adscripción ideológica de los opinantes, por lo que al menos en esos puntos estamos todos de acuerdo. La pertenencia a laAbogacía del Estado, por ejemplo, garantiza que algún conocimiento se tiene sobre lo que sea el Derecho, cosa que no puede predicarse de todos los ministros (o ministras) del equipo saliente. Un gran partido debe disponer, y así ocurre realmente, de personas que, además de la identificación con su ideario político, posean una sólida formación profesional para que sus méritos no empiecen y acaben en la fidelidad al gran líder de turno.
Un doctor en Economía o Ciencias Empresariales por una prestigiosa Universidad norteamericana merece más confianza en una Cartera relacionada con dichas materias que un simple bachiller (o bachillera) cuya formación posterior se reduce a su paso por eso de las nuevas generaciones azules, rojas o del arco iris. Quien todo se lo debe al jefe, desde la buena soldada a los honores públicos, se lo pensará dos veces antes de llevarle la contraria y, muy probablemente, guardará discreto silencio. Fuera de ese círculo de poder hace mucho frío y se le valorará –si es que aún resta algo que valorar- por lo que en realidad sea, como sucede con el común de los mortales. Uno se fía más del que está en la política perdiendo dinero y puede despedirse sin menoscabo de sus ingresos que de quienes no tienen otra opción que aferrarse al puesto graciosamente obtenido en la gobernanza del país.
Los nuevos ministros salen a dos carreras por cabeza, lo que no constituye obstáculo alguno para que puedan ser también buenos políticos. Entre las causas que han llevado a la espectacular derrota del PSOE en las últimas elecciones hay una que quizá tenga mucho que ver con las estupideces acuñadas en la anterior legislatura por algunos ministros (o, en este caso, ministras) de peso específico más bien liviano. Como si trataran de compensar sus escasos méritos con ingeniosas ocurrencias que harían olvidar su triste condición de beneficiados por un sistema de cuotas puesto al servicio del amiguismo.
Una ministra de Igualdad, antigua dirigente de asuntos folklóricos en la Junta de Andalucía, asombró a los biólogos, médicos y filósofos de todo el mundo con el descubrimiento de que el feto humano no era un ser humano. Otra se lució en astronomía anunciando la conjunción planetaria entre los grandes astros Obama y Rodríguez Zapatero. Y una tercera enriqueció nuestro idioma con el descubrimiento de las “miembras” del Gobierno, toda una lección para los obsoletos componentes (o componentas) de nuestra Real Academia de la Lengua. Basten estos botones de muestra en una larga lista cuya reproducción íntegra exigiría mucho más espacio del ahora disponible.
El nuevo Gobierno cuenta con cuatro ministras, una de las cuales es además su vicepresidente (o vicepresidenta). Sus currículos nada tienen que envidiar al de sus colegas masculinos. Como debe ser, porque no nos interesa la anatomía por debajo de la cintura. Así, con un poco de suerte, dejaremos de oír algunas estupideces con marca registrada: estupideces del Gobierno de España.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Reflexiones tras las elecciones

Buenas!

No es que desde este blog queramos hacer leña del árbol caído; nosotros ya hacíamos leña del tremendo tocho que es el incompetente, inepto e inútil traidor desde mucho antes de que los ciudadanos le arreasen (¡¡por fin!!) la merecidísima patada en el culo que le han dado en las elecciones.

Pero no puedo por menos que dar publicidad (poca) a algunos sabios que saben del tema mucho más que yo, y que, a pesar de sus posicionamientos ideológicos contrapuestos, coinciden en denunciar la tremenda debacle a la que nos ha llevado el miserable, ruin y vil personajillo que (aún) habita La Moncloa.

Martín Seco

Es sabido por los seguidores de este blog que soy un gran admirador de Juan Francisco Martín Seco y que estoy de acuerdo en la mayor parte (no todas) de sus ideas.

Hoy traigo una reflexión suya a cuenta de la debacle del P (ex-PSOE) tras las elecciones, donde denuncia la falta de ideología y el exceso de propaganda de inexistentes políticas sociales del P (ex-PSOE). El artículo completo se puede leer aquí.
[...] La debacle socialista ha liberado tal cantidad de votos, que incluso descontando los que se han dirigido a la abstención, ha hecho posible los magníficos resultados de Izquierda Unida, de UPyD y hasta los de CiU. Los partidos ganadores, comenzando por el PP, deberían preguntarse, no obstante, hasta qué punto su éxito obedece a sus méritos o a los deméritos del Partido Socialista.
Pero, sobre todo, es el PSOE el que tendría que reflexionar o mejor, más que reflexionar, llevar a cabo una total catarsis, cosa a la que no parecen estar muy dispuestos a juzgar por cómo se desarrolló el pasado Comité Federal, ausente de cualquier atisbo de debate y de la mínima autocrítica por parte de los responsables del desastre. Todo se limita a escudarse tras la crisis. Sin duda las dificultades económicas han sido el factor más importante en estos años para todos los países europeos, pero gobernar implica hacerlo en todas las circunstancias.
El primer error de Zapatero y de su séquito fue el de dar por buena la herencia económica recibida del PP y no vislumbrar que, detrás de aquel auge, se escondía una bomba de relojería que podría estallar en cualquier momento. Es más, se subieron al carro de la euforia y durante sus primeros cuatro años continuaron aplicando con gran triunfalismo la misma política, que no era precisamente una política socialdemócrata. Por si no hubieran sido bastante las dos reformas fiscales del PP, el PSOE implantó también la suya en la misma línea: reducción del Impuesto de Sociedades, disminución del tipo marginal máximo del IRPF, permisividad ante el fraude fiscal de las SICAV y, como traca final, la suspensión del Impuesto sobre el Patrimonio.
En su obcecación, se negaron a aceptar la crisis cuando ya era evidente y, en el momento en que la negación ya no fue posible, miraron hacia fuera responsabilizando de todo a las hipotecas subprime de Estados Unidos y cerrando los ojos, una vez más, a los graves problemas que presentaba la economía española. Incluso se jactaron de la solidez de nuestro sistema financiero, todo él contaminado por la burbuja inmobiliaria.
El papel representado ante Europa y ante Alemania ha sido deprimente, de extrema debilidad, de impericia e incompetencia, llegando casi al servilismo. En un día, por la imposición de los mandatarios europeos, modificó todo su programa cuando lo que únicamente se estaba solventando entonces era la ayuda a Grecia. Pero es que, en todo caso, Europa y Alemania nunca determinaron qué tipo de ajustes había que implementar.
La decisión de recortar el sueldo a los empleados públicos y a los pensionistas y subir los impuestos indirectos en lugar de incrementar los directos (sociedades, IRPF, rentas de capital, patrimonio, sucesiones, SICAV, etc.) fue exclusivamente del Gobierno.
El margen de actuación siempre es grande y las alternativas muchas. En parte por ineptitud, el Gobierno se inclinó por lo aparentemente más sencillo, haciendo recaer el coste de la crisis sobre las clases más bajas. Los ajustes y reformas realizados por el PSOE estos años son de los más duros de nuestra época democrática. La etapa Zapatero se recordará por la frivolidad, por las ocurrencias, por la improvisación y por la falta total de ideología, a pesar de sus muchas aseveraciones en sentido contrario. El problema actual del PSOE consiste en que se ha olvidado de cuál es la ideología socialdemócrata. Se ha convertido en un partido liberal; liberal, sí, en materia de derechos civiles y de costumbres, pero también en materia de política económica.

Martín Ferrand

Tembién este gran columnista se acuerda de nuestro Fernando VII del Siglo XXI que nos ha tocado sufrir. El artículo se puede leer aquí, yo sólo incluyo la parte referida a la herencia que nos deja el analfabeto con ínfulas de estadista que, con sus ocurrencias e idioteces, ha arruinado España:

[...] José Luis Rodríguez Zapatero ha dejado como herencia de su errático buenismo una situación desesperada. En lo económico – primum vivere deinde philosophari – se teme con fundamento que, al concluir el año 2012, el número de parados alcance los 5,7 millones; en lo social, la Nación esta desvertebrada – más, mucho más, que cuando lo señalaba Ortega –; en lo político, el mal uso del Titulo VIII de la Constitución nos ha llevado a gran número de despropósitos; y en lo ético, cimiento básico de la prosperidad democrática, estamos bajo mínimos. Y eso sin entrar en detalles y problemas concretos, desde la Educación a la Justicia.
El daño producido por Zapatero y sus Gobiernos en las dos legislaturas de su responsabilidad son mayores de lo que parece. Por ejemplo, en lo que con cierta frivolidad muchos llaman “el sector del ladrillo”, todavía no se pueden evaluar las magnitudes del quebranto. No es solo la “burbuja” financiera o la congelación de un sector básico en nuestra estructura económica. La resaca de esa borrachera será tremenda y, además, difícilmente volverán las aguas a un cauce similar al que alcanzaron. [...]

González Quirós

No es que yo siga demasiado a este analista, pero en uno de sus artículos desvela un mensaje muy en consonancia con lo que ya hemos comentado aquí muchas veces: la tremenda pasividad y complacencia de todo el P (ex-PSOE) ante todas las barrabasadas del nauseabundo traidor:
[...] Lo primero que habría que descartar es la conversión de Zapatero en el único pagano. Es verdad que Zapatero se ha movido no poco para tratar de evitarlo, y que ha estado notoriamente ausente a la hora de dar la cara, pero sus mutis no han hecho sino dibujar la contrafigura de un proceso por el cual los socialistas parecían querer endosarle de manera íntegra y sin salvedad alguna la responsabilidad de su mala fortuna.
Hay dos poderosas razones para que el empeño de exonerar al partido del desastre general sea un imposible: la primera de ellas es que, sin excepción, los dirigentes del PSOE han acogido con mansurrona disciplina todas las iniciativas de Zapatero, que no han sido pocas ni irrelevantes. El PSOE bajo Zapatero ha sido un partido rocoso, férreamente unido tras su líder y en el que no ha habido ni la más ligera discrepancia. Sólo cuando el desastre era ya inevitable se ha ensayado un alejamiento y eso, segunda razón, ha impedido que nadie cogiese el toro por los cuernos y tratase de encabezar una oferta electoral que ligase con las recientes rectificaciones del presidente [...]
Joaquín Leguina

Pero con todo, creo que el que más me gusta en sus críticas es Joaquín Leguina, sobre todo por venir de quien viene: un antiguo peso pesado dentro del antiguo PSOE y que ha sido uno de los pocos socialistas en levantar la voz contra el vacuidad y el esperpento en que se convirtió el partido bajo el (des)gobierno del miserable traidor Zapatero. Sus tres últimos artículos (25 Nov, 29 Nov, 5 Dic) los dedica al próximo Congreso del P (ex-PSOE), mostrando las pautas de lo que debería ser la regeneración del partido, no sin cierto escepticismo sobre lo que realmente acontecerá, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de los 'nuevos valores' del partido son hijos del zapaterismo, con toda la carga de servilismo y de incapacidad que ello conlleva (léase el artículo del 5 de Diciembre, dedicado a 'Los oblatos', merece la pena leerlo).

¡Tiene gracia! Me gusta imaginar a Don Joaquín con una sonrisa de cierta satisfacción al ver que tenía toda la razón en sus críticas al actual P (ex-PSOE) y sus inanes dirigentes. Aquí dejo algunos extractos de los citados artículos:

[...] Alguien tendría que decir en voz alta algunas verdades del barquero. Por ejemplo, que en el PSOE de Zapatero se ha prosperado de la mano de la arbitrariedad y del nepotismo, mediante los cuales han ascendido a los más altos cargos del Partido y del Estado personas que por sus méritos jamás hubieran alcanzado una jefatura de negociado. Ha llegado el momento de olvidarse de imágenes, ocurrencias y vaivenes. Es la hora de la sensatez.

Si el sábado 26 el Comité Federal se traga sin rechistar la propuesta de ZP, podemos estar ya en el camino que conduce a la desaparición del Partido.

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Como viene siendo habitual en ella, la dirección del PSOE no asumió la responsabilidad por el catastrófico resultado electoral del 20 de noviembre, despachando unas pérdidas millonarias de electores [...] en el Comité Federal, ante el cual -si hubiera, de verdad, asumido sus graves responsabilidades en la debacle- Rodríguez Zapatero tendría que haber dimitido [...]

Claro que la crisis ha influido en los resultados, pero mucho más ha influido la mala gestión de la crisis: primero negarla, luego los “brotes verdes” y, finalmente, el bandazo de mayo de 2010.

Por otro lado, la crisis ha puesto en evidencia dentro de la conciencia de muchos ciudadanos la sinsustancia, la inconsistencia y la mendacidad de un líder obsesivamente mediático y cortoplacista como es Zapatero [...]

[...] sí que podemos intentar que el suicidio no se consume, de suerte que quienes se hagan cargo de la nueva dirección partidaria tengan más sustancia y más fuste que aquellos que ahora deben abandonarla por exigencia del sentido común y de la supervivencia colectiva.

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[...] El País publicó el 4 de diciembre las respuestas a unas preguntas dirigidas a nueve jóvenes líderes socialistas [...]
Desde luego, entre las preguntas que les plantearon a estos nueve jóvenes valores no estaba una muy elemental y relevante: ¿Cuánto tiempo y en qué ha trabajado usted fuera del Partido? Lo cual hubiera sido clarificador y serviría para que el lector supiera si los entrevistados son todos oblatos o hay entre ellos algún externo.
Me temo que si sumáramos todos los años en los cuales estos nueve jóvenes han estado trabajando en (y viviendo de) alguna empresa productiva “fuera del convento socialista” la media difícilmente llegaría a la unidad.
La promoción política de la mayor parte de ellos es obra del zapaterismo [...] porque en el PSOE de Zapatero apenas ha prosperado alguien que no haya pasado por el “comité de selección”.
[...] Ecologistas, feministas y defensores de otras utopías parciales… todos  tienen en el susodicho programa [N. del A: se refiere al programa electoral del PSOE] su acomodo. Por haber hay hasta un brindis al sol lingüístico. En efecto, mientras los nacionalistas hacen todo lo posible por erradicar el castellano de sus territorios, el programa nada dice de eso, pero se preocupa de que todos los adolescentes españoles “al término de la educación obligatoria conozcan  perfectamente tanto la lengua castellana como el resto de las lenguas cooficiales”.
Pues bien, si esa va a ser la base de la “renovación”, apaga y vámonos.
Pero no acaba ahí la cosa. Preguntados qué letra de las siglas del PSOE es preciso reforzar, casi todos coinciden en la P de Partido [...] ¿Por qué escogen el Partido?, me pregunto yo. Y me asalta otra duda: ¿no será que para casi todos ellos no existe otra cosa?
¿Hay algo que el PSOE no deba volver a hacer?, se les pregunta. Casi ninguno esboza el más leve camino hacia la autocrítica, lo cual no deja de ser grave en personas que de una forma u otra han sido protagonistas y corresponsables del desastre electoral.
[...] Menos mal que uno de ellos, César Luena, asegura que “debemos pensar más la política fiscal”. ¿Y qué ha hecho el zapaterismo durante estos siete años? Pues predicar cosas tan coherentes como que bajar los impuestos era de izquierdas y subirlos también.
Políticas seguidas por ZP, como la territorial, aquella de la “España plural” que desembocó en el Estatuto de Cataluña, o la doblez de la política “por la paz”, ésa que ahora está destapando el inefable Eguiguren no merecen ningún comentario de estos jóvenes con futuro.
[...] En resumen: Salgamos lo más pronto que se pueda del paso con un congreso rápido… aunque al PSOE le acabe ocurriendo aquello que dicen le pasó a un enfermo: cuando volvió en sí ya era cadáver.

martes, 22 de noviembre de 2011

Ahora no lo quieren ni bendito

¡A buenas horas, mangas verdes!

Ahora que el incompetente y miserable traidor ha recibido su merecido en las urnas (con casi cuatro años de retraso, eso sí), todos deciden hacer leña del tocho (pero muy tocho) caído y lo tratan como a un apestado.

Y cuidado, no es que me parezca mal que lo traten como tal; lo que me fastidia es que lo hagan ahora, después de que todo su séquito político y mediático le ha reído las gracias durante todos estos años que nos ha tocado sufrir sus ocurrencias, sus desvaríos y sus traiciones. ¿Será quizás porque, como dice Marcello, les conviene de cara al futuro tener a Rubalcaba de su lado? ¡No lo duden!

Es ahora cuando desde 'El País' le dedican una editorial en el que lo ponen a caer de un burro. Anda que lo ponen bonito... ahí van unas cuantas de las lindezas que le dedican:
La incompetencia y falta de densidad política de Rodríguez Zapatero, en medio de la crisis global más seria que ha conocido el mundo desde hace más de medio siglo, han catapultado a Rajoy a La Moncloa.
[...] en esta ocasión el derrotado no es Alfredo Pérez Rubalcaba, sino José Luis Rodríguez Zapatero. La consecuencia de un suceso de esa naturaleza no puede ser otra que su dimisión inmediata como líder del partido socialista y la convocatoria de un congreso urgente que restaure las estructuras de una formación política amenazada de ruina por la ausencia de maña y el exceso de mañas que su actual secretario general exhibe. [N. del A: Se nota que quieren hacer buenas migas con Rbcb, dado que obvian de manera flagrante que ha sido nada menos que ministro y vicepresidente del (des)Gobierno con el miserable traidor, lo que le convierte en coautor de todas las fechorías perpertradas por el mauseabundo personaje]
Que el señor presidente del Gobierno no se sabe ir es algo comprobado por todos los españoles. Convocó elecciones con una antelación de cuatro meses, provocando un desconcierto y una inestabilidad en la vida política que pasarán a los anales como demostración de una torpeza poco común en el manejo de los tiempos [...]
Por eso no es de recibo su disposición a permanecer todavía algunos meses al frente del PSOE para tratar de dirigir la transición interna del partido, después de un fracaso electoral tan rotundo como el cosechado ayer. Su familia y su casa de León le esperan para disfrutar de un descanso bien ganado [...] [N. del A: Digo yo que lo de 'bien ganado' es una ironía...]
El PSOE ha sido la gran formación política de este país desde el advenimiento de la democracia. [...] Pero lo más relevante fue su contribución a la construcción de una izquierda moderna, al estilo de sus partidos homólogos europeos. Los resultados de las elecciones de ayer, como los de las recientes municipales y autonómicas, ponen de relieve que gran parte de ese caudal político ha sido dilapidado de manera insensata e innecesaria durante los últimos años.
[...] En el pasivo debe anotársele la desgraciada pérdida de presencia de España en política exterior, el debilitamiento de la cohesión territorial tras los avatares de la reforma del Estatuto catalán, la arbitrariedad y nepotismo en sus decisiones de política industrial, la lentitud en reaccionar frente a los primeros síntomas de la crisis global, y su incompetencia para los asuntos de la gobernación en medio de las dificultades [...]
Váyase José Luis Rodríguez Zapatero en buena hora de sus responsabilidades al frente del mismo y permita a los socialistas reordenar su casa antes de que los vendavales de este invierno degeneren en tornado.
Ahora incluso se apuñalan entre ellos, con lo bien avenidos que, supuestamente, estaban hasta hace cuatro días: Rubalcaba y el resto de secuaces no querían al miserable traidor en la campaña electoral; en la noche electoral el miserable traidor, que además de ser un botarate ha dado sobradas muestras de que también es un cobarde, no dio la cara frente a los ciudadanos (no se sabe si por petición de Rubalcaba, o en venganza por haber sido ninguneado en la campaña o, como seguramente sea, por pura cobardía); en la noche postelectoral se tiraban los trastos a la cabeza culpándose el uno al otro del desastre; y después Alfredito no acudió a la comida de la ejecutiva.

Para colmo de desesperación de cualquier socialista de bien (si es que aún queda alguno), el miserable traidor aún pretende quedarse unos meses como secretario general para dar la batalla por sus sucesores en lugar de dejar el partido en manos de una gestora, como piden los felipistas (que también tienen lo suyo apoyando a un Rubalcaba que ha sido cómplice necesario en los desmanes, felonías e infamias del miserable traidor, mequetrefe, patán, tarado, sectario e incompetente que es José Luis Rodríguez Zapatero, la peor de las pesadillas que ha podido tener este país).

Aunque he de reconocer que aún queda al menos una mente lúcida entre los socialistas: Joaquín Leguina lleva años denunciando las miserias del zapaterismo (su blog está enlazado en el apartado de 'Blogs interesantes', a la derecha de este texto), y en su artículo postelectoral dice las cosas bastante claras:
Si lo que pretende Zapatero es dejarlo todo “atado y bien atado” mediante un congreso “rápido” pilotado por José Blanco y los suyos, apaga y vámonos. O mejor dicho, “el último que apague la luz”.
Echarle la culpa de la derrota en exclusiva a la crisis (tentación en la cual “la corte” va a caer) es una forma como cualquier otra de negarse a asumir responsabilidades. Y si no se asumen responsabilidades, no se pueden rectificar los errores.
Nadie espera que ZP vaya a reconocer sus errores, pero si el PSOE quiere sobrevivir tendrá que rectificar, de inmediato, orientaciones políticas como las seguidas por ZP en el ámbito territorial, en el energético o en el fiscal, por citar sólo tres. Pero tan importante como las rectificaciones políticas es cambiar de arriba abajo el funcionamiento interno del Partido. En otras palabras: urge eliminar, al menos, dos ismos: el caciquismo y el nepotismo. Un caciquismo que hoy maneja a su gusto las agrupaciones y, por agregación, las federaciones y un nepotismo que se hace visible al contemplar el actual sistema de selección del personal. En efecto, en el PSOE de Zapatero sólo se ha prosperado de la mano de la arbitrariedad. Una arbitrariedad que ha ascendido –entre sus muy variadas ocurrencias- a las más altas magistraturas del Estado a personas que jamás hubieran llegado ni a jefes ni a jefas de negociado.
Si la alternativa de futuro es –por ejemplo– Carme Chacón (“el final del paganismo y el comienzo de lo mismo”), no es que ellos estén locos, es que nosotros, el resto de los afiliados, si no somos capaces de impedirlo, nos mereceremos el desastre que vendrá de la mano de esta mujer cuya enorme ambición compite en volumen con su desfachatez.

En cualquier caso, el espectáculo de sangre va a ser entretenido para los que queremos ver hundido a un partido que, con sus inacciones y seguimiento ciego del líder (¡menudo líder!), filas prietas con tal de no perder la poltrona (los políticos siempre mirando a corto; ahora, si hay suerte, estarán lejos de la poltrona por muuuchos años), permitió que la pudredumbre llegara hasta los límites que ha llegado tanto en lo económico, como en lo social, como en lo territorial y en tantos otros ámbitos en los que el (des)Gobierno del miserable traidor ha sido la peor de las pesadillas. Reconforta algo ver que en el P (ex-PSOE) reciben su propia medicina de descomposición precisamente por no haber querido parar los pies a semejante mamarracho traidor cuando con sus ocurrencias debilitaba la fortaleza de la nación de la que dijo que era "discutida y discutible".

Que disfruten de sus 110 diputados. Después de la que han liado y cómo han dejado el país, me parece una auténtica barbaridad que le haya votado tanta gente; deberían estar celebrando con cava (catalán, por supuesto) el que aún haya tanto sectario en España, que vote socialista aunque le caguen encima.

Ítem más: En su momento ya publiqué temas en relación a las elecciones, tanto anterior como posteriormente a las elecciones municipales y autonómicas del pasado mes de Mayo. Me alegro de haber acertado en mis pronósticos y deseos.

domingo, 20 de noviembre de 2011

¡Que se jodan!

Muy buenas.
Está claro que últimamente tengo el blog absolutamente abandonado: temas laborales y personales me tienen muy alejado del tiempo necesario para escribir en el blog.
Pero hoy es un día que merece la pena escribir algo. Y es que se confirma la debacle total del P (ex-PSOE) en las elecciones: el peor resultado de su historia, por debajo incluso de las elecciones de 1977.
Varios apuntes al respecto:
  • Esto es algo que tenía que haber ocurrido en las elecciones de 2008. Entonces ya se vio cómo teníamos a un miserable y un absoluto incompetente al frente del (des)Gobierno, pero la masa es maleable y la tele hace mucho daño: después de 4 años de despropósitos (2004-20008), más de 11 millones de lobotomizados dieron la victoria al PSOE, con las consecuencias que todos estamos sufriendo en nuestras carnes.
  • No me alegro especialmente de la victoria del PP, aunque visto que o tienes mayoría absoluta o te tienes que bajar los pantalones delante de nacionalistas desleales y traidores a España, pues casi mejor una mayoría amplia que tener que pactar con los chantajistas periféricos. Aunque sigo considerando que, más que una victoria del PP, es una bofetada (tardía) de los votantes al P (ex-PSOE) después de todos los desvaríos perpetrados por el repugnante traidor.
  • Es una vergüenza que uno de los “regalitos” que nos deja el miserable traidor sea Amaiur con 7 diputados y grupo parlamentario propio gracias a su feliz ocurrencia de legalizar partidos terroristas. Aun mayor asco da pensar que obtiene esos 7 diputados con menos de un 1.5% de los votos, mientras que un partido como UPyD, con casi un 5% de los votos y que representa a ciudadanos de toda España se quede con tan sólo 5 diputados. Gran resultado aun así para UPyD, mi enhorabuena para el partido al que yo he votado.
  • En total, más del 70% de los votos han ido a los dos partidos mayoritarios, aquellos que sistemáticamente están perfectamente de acuerdo en oponerse a lo que no les conviene, aunque sea justo: el cambio de ley electoral, listas abiertas, separación de poderes y, en general, una mejora profunda en la calidad democrática de nuestro país. Una reivindicación irrenunciable que, desde mi punto de vista, debería hacer que ningún ciudadano responsable diese su voto a partidos que no lo tuvieran como parte destacada de su programa electoral.
El P (ex-PSOE) se tiene muy merecido el descalabro al que se enfrenta. Tras esto, quién sabe si entrará en proceso de descomposición… ¡ojalá! Se lo merece, como dice Pablo Sebastián, por cientos de razones:
[…] por haber consentido que un tropel de políticos sin preparación, experiencia, cualificación y sin el menor sentido del Estado ni conocimiento de la Historia y de la realidad de la nación española, empezando por el propio José Luís Rodríguez Zapatero, se hayan sentado en la Presidencia del país, en el Gobierno de la nación y en altos cargos del Estado haciendo alarde de su proverbial incapacidad y causando destrozos que hoy son de difícil solución. La epidemia de incompetencia manifiesta los gobernantes del PSOE –nacionales, autonómicos y locales- de los tiempos de Zapatero es causa de los males de hoy y un motivo más que suficiente para justificar una clara alternancia y mayoría absoluta del PP. El hecho de que Rubalcaba y la vieja guardia del felipismo haya expulsado de la campaña electoral a Zapatero, y a su equipo constituye la prueba de lo que aquí se dice.
[…] hacen falta gobernantes que sepan lo que es España y entiendan que solo con la cohesión nacional y salvaguardando el alma reconciliadora de la transición se puede hoy salir de la crisis en la que estamos que no sólo es económica, sino también de identidad nacional, política y moral […].
Sobre todo esto, el paso de Zapatero por el Gobierno de España ha sido demoledor. Ha querido reescribir el pacto de la transición con el regreso a la Guerra Civil desenterrando tumbas, recuerdos y rencores de manera gratuita y hasta infame. Ha dicho Zapatero que la nación española era “discutida y discutible” para ofrecer al nacionalismo e independentismo catalán un estatuto que estaba fuera de la legalidad constitucional, como lo demostró el propio Tribunal Constitucional, intentando una fraudulenta reforma de la Constitución hacia una España confederal (que él disfrazaba de “plural”), que ha acabado en un estatuto catalán insolidario desde el que, por ejemplo, se persigue y sanciona el uso del castellano en el territorio español de Cataluña, a pesar de las sentencias ya dictadas contra estas prácticas por los altos tribunales del Estado.
Es el mismo Zapatero y el mismo PSOE que aceptaron sentarse en el gobierno de Cataluña con los independentistas pintorescos de ERC, los Carod y compañía, lo que suponía una traición a la pretendida españolidad del PSOE, luego rematada con el pacto del Tinell para expulsar al PP de cualquier institución. Y de este temerario juego del regreso a la Guerra Civil y la España plural o confederal, y de la violación constitucional, y la nación discutida y discutible, partieron las concesiones a ETA cuando ya estaba en su final (Bildu y Amaiur), y las demandas de CiU del concierto fiscal –olvidando el concierto comercial con España-, y todos los problemas que se anuncian en el País Vasco ante el desastre del PNV que, subido en el carro loco de Zapatero, se echó al monte y ha favorecido el crecimiento electoral del entorno de ETA.
Un día crucial y revelador fue aquel donde Zapatero, en vísperas de las elecciones de 2004, dijo en Barcelona “apoyaré en Madrid lo que decida el parlamento catalán”, renegando de la soberanía nacional. Ese mismo día se vio la talla, es decir el disparate y la incapacidad, que anidaban en la cabeza hueca de Zapatero. Y ese día los dirigentes del PSOE debieron hacerle todas las necesarias advertencias y ponerlo en su sitio. Y si no lo hicieron fue porque creyeron que no ganaría los comicios de 2004, porque entonces no había estallado el criminal atentado islamista de Madrid.
Y todos estos graves errores de Zapatero y del PSOE, de los que es cómplice principal el propio Rubalcaba […]
No sabemos lo que nos depara el PP bajo el liderazgo de Rajoy, pero los españoles hemos sufrido al PSOE de Zapatero y eso es difícil de igualar o empeorar.
Y Manuel Martín Ferrand también le dedica unas palabritas:
España tendrá que derrochar esfuerzo e imaginación para salir del pozo al que la condujo la irresponsable incapacidad de José Luis Rodríguez Zapatero y sus sucesivos equipos ministeriales y ministerialas.
Supongo que, si Rajoy no quiere competir con Zapatero en insolvencia, en los cuarteles de la gaviota ya estarán trazados los planes que marcarán el rumbo de la Nación en los primeros meses de la nueva etapa. ¿Estará también previsto el que se sintetiza en la ecuación que encabeza esta columna?
El 20N es la fecha clave para que los españoles, colectiva y democráticamente, le den la boleta a Zapatero, el líder que quiso reescribir la Historia de España y, a mayor gloria de su abuelo, luchó denodadamente para ensanchar la brecha, ya casi cerrada, que separa las dos Españas. En tan delicada y egocéntrica tarea, merecedora de atención médica, a Zapatero se le fue el santo al cielo y le sobrevinieron cinco millones de parados mientras Pedro Solbes miraba al infinito y Elena Salgado, siempre impecable en su aspecto, tocaba la lira sin mirar a ninguna parte.
El resultado está a la vista. Hemos pasado de estar a punto de ingresar en el G-8 a ser “invitados permanentes” en el G-20 y lucir el poco honroso título de la Nación con más paro de Europa. Además, como en un gigantesco corte de manga a la ciudadanía, el PSOE tomó la decisión de que fuese Alfredo Pérez Rubalcaba su candidato a la presidencia del Gobierno en estos próximos comicios.
Quien fue, primero, portavoz socialista en el Congreso y, después, vicepresidente del Gobierno – la cara en la que se sostiene la cruz del zapaterismo –, el coautor del desaguisado, es, según la sabiduría socialista, el hombre adecuado para remediar una crisis que contribuyó a construir. ¿Qué ocurre en el PSOE, en donde parece haberse instalado el desvarío?
La situación que hereda el nuevo gobierno del PP es absolutamente dramática. En empleo, déficit, deuda, educación, justicia, sanidad, problemas territoriales… todo necesita reformas urgentes. Veremos qué es capaz de hacer Marianico. La respuesta, en pocos meses.

domingo, 28 de agosto de 2011

Pérez Reverte se acuerda del miserable traidor

Buenas.
Pérez Reverte ha tenido a bien acordarse de nuestro miserable traidor particular y le ha dedicado unas líneas en su artículo semanal en XL. Visto que tengo su blog enlazado desde el mío, se puede suponer que me gusta lo que escribe este hombre; pero esta vez se ha superado. ¡Que viva Pérez Reverte!

Sobre imbéciles y malvados

No quiero, señor presidente, que se quite de en medio sin dedicarle un recuerdo con marca de la casa. En esta España desmemoriada e infeliz estamos acostumbrados a que la gente se vaya de rositas después del estropicio. No es su caso, pues llevan tiempo diciéndole de todo menos guapo. Hasta sus más conspicuos sicarios a sueldo o por la cara, esos golfos oportunistas -gentuza vomitada por la política que ejerce ahora de tertuliana o periodista sin haberse duchado- que babeaban haciéndole succiones entusiastas, dicen si te he visto no me acuerdo mientras acuden, como suelen, en auxilio del vencedor, sea quien sea. Esto de hoy también toca esa tecla, aunque ningún lector habitual lo tomará por lanzada a moro muerto. Si me permite cierta chulería retrospectiva, señor presidente, lo mío es de mucho antes. Ya le llamé imbécil en esta misma página el 23 de diciembre de 2007, en un artículo que terminaba: «Más miedo me da un imbécil que un malvado». Pero tampoco hacía falta ser profeta, oiga. Bastaba con observarle la sonrisa, sabiendo que, con dedicación y ejercicio, un imbécil puede convertirse en el peor de los malvados. Precisamente por imbécil.

Agradezco muchos de sus esfuerzos. Casi todas las intenciones y algunos logros me hicieron creer que algo sacaríamos en limpio. Pienso en la ampliación de los derechos sociales, el freno a la mafia conservadora y trincona en materia de educación escolar, los esfuerzos por dignificar el papel social de la mujer y su defensa frente a la violencia machista, la reivindicación de los derechos de los homosexuales o el reconocimiento de la memoria debida a las víctimas de la Guerra Civil. Incluso su campaña para acabar con el terrorismo vasco, señor presidente, merece más elogios de los que dejan oír las protestas de la derecha radical. El problema es que buena parte del trabajo a realizar, que por lo delicado habría correspondido a personas de talla intelectual y solvencia política, lo puso usted, con la ligereza formal que caracterizó sus siete años de gobierno, en manos de una pandilla de irresponsables de ambos sexos: demagogos cantamañanas y frívolas tontas del culo que, como usted mismo, no leyeron un libro jamás. Eso, cuando no en sinvergüenzas que, pese a que su competencia los hacía conscientes de lo real y lo justo, secundaron, sumisos, auténticos disparates. Y así, rodeado de esa corte de esbirros, cobardes y analfabetos, vivió usted su Disneylandia durante dos legislaturas en las que corrompió muchas causas nobles, hizo imposibles otras, y con la soberbia del rey desnudo llegó a creer que la mayor parte de los españoles -y españolas, que añadirían sus Bibianas y sus Leires- somos tan gilipollas como usted. Lo que no le recrimino del todo; pues en las últimas elecciones, con toda España sabiendo lo que ocurría y lo que iba a ocurrir, usted fue reelegido presidente. Por la mitad, supongo, de cada diez de los que hoy hacen cola en las oficinas del paro.

Pero no sólo eso, señor presidente. El paso de imbécil a malvado lo dio usted en otros aspectos que en su partido conocen de sobra, aunque hasta hace poco silbaran mirando a otro lado. Sin el menor respeto por la verdad ni la lealtad, usted mintió y traicionó a todos. Empecinado en sus errores, terco en ignorar la realidad, trituró a los críticos y a los sensatos, destrozando un partido imprescindible para España. Y ahora, cuando se va usted a hacer puñetas, deja un Estado desmantelado, indigente, y tal vez en manos de la derecha conservadora para un par de legislaturas. Con monseñor Rouco y la España negra de mantilla, peineta y agua bendita, que tanto nos había costado meter a empujones en el convento, retirando las bolitas de naftalina, radiante, mientras se frota las manos.

Ojalá la peña se lo recuerde durante el resto de su vida, si tiene los santos huevos de entrar en un bar a tomar ese café que, estoy seguro, sigue sin tener ni puta idea de lo que vale. Usted, señor presidente, ha convertido la mentira en deber patriótico, comprado a los sindicatos, sobornado con claudicaciones infames al nacionalismo más desvergonzado, envilecido la Justicia, penalizado como delito el uso correcto de la lengua española, envenenado la convivencia al utilizar, a falta de ideología propia, viejos rencores históricos como factor de coherencia interna y propaganda pública. Ha sido un gobernante patético, de asombrosa indigencia cultural, incompetente, traidor y embustero hasta el último minuto; pues hasta en lo de irse o no irse mintió también, como en todo. Ha sido el payaso de Europa y la vergüenza del telediario, haciéndonos sonrojar cada vez que aparecía junto a Sarkozy, Merkel y hasta Berlusconi, que ya es el colmo. Con intérprete de por medio, naturalmente. Ni inglés ha sido capaz de aprender, maldita sea su estampa, en estos siete años.