jueves, 14 de mayo de 2009

Debate sobre el estado de la Nación

Columna de Pablo Sebastián en 'Estrella Digital' el 12 de Mayo, día del debate sobre el estado de la Nación:


El presidente Zapatero ha perdido la noción de la realidad española, y habla con tintes peronistas a un imaginario país de "descamisados" y de pobres por doquier, que no se corresponde con España, y a los que ofrece regalos y descuentos imposibles como el que se anuncia de reducción del 5 por 100 del impuesto de sociedades para Pymes que hoy día están en pérdidas, con lo que la reducción resulta falsa. Al tiempo ofrece varios juguetes regalos electorales para estudiantes y mayores, un ordenador para los chicos y unos 2.000 euros para la compra de vehículos. Y todo ello lo dice el presidente mientras lanza un jaque mate al sector inmobiliario y de la construcción (1), con la eliminación del descuento fiscal para la compra de vivienda a los ciudadanos con rentas superiores a 24.000 euros, lo que constituye un daño incalculable al sector, a los ahorradores y a las clases medias de este país. Así como a los grandes y medianos empresarios. En suma, a todos los que, en definitiva pueden colaborar en la reactivación económica española.

Y todo esto lo dijo Zapatero después de fustigarse, para desactivar así el discurso de la oposición, con una serie de frases donde incluye como las que siguen: "el Gobierno es responsable"; "las pérdidas de empleos son abrumadoras"; "la crisis es grave y vertiginosa"; "el Gobierno se equivocó en sus previsiones"; y "la crisis empezó en la pasada primavera".

Un año tardó el presidente en reconocer la gravedad económica y social de España, pero sigue sin percatarse en qué país habita y por lo tanto yerra a la hora de reaccionar ante los serios problemas que tenemos planteados. El discurso de esta mañana del presidente era un discurso a caballo entre lo electoral y lo populista, con un descarado tufo a peronismo y dirigido a una España de los pobres o descamisados, en contradicción con la España más moderna y desarrollada con asiento en el G-20, de la que presume. Y todo ello, y al margen de su nula percepción de la realidad de esta nación que era para él "discutida y discutible", con el descarado tacticismo electoral y pro sindical, con el que pretende eludir el riesgo de una huelga general y a la vez convocar a las bases de la izquierda a las elecciones europeas del día siete de junio.

En cuanto al cambio de modelo de crecimiento que pregona, Zapatero se lanza hacia un idílico horizonte de nuevas tecnologías, que nadie sabe a donde y cuando puede llegar, pero previamente dinamita lo que queda del sector de la construcción, amenazando a las constructoras y empresas del sector inmobiliario, así como a millones de ciudadanos que invirtieron sus ahorros en vivienda, con la advertencia de que, o venden el piso en el plazo de 19 meses, o se perderán los derechos de reducción fiscal (2) para todos los posibles compradores con rentas superiores a 24.000€, lo que provocará un segundo cataclismo económico y social y el paro aumentará.

Lo peor de este discurso de conejos regalo (coche y ordenador) sacados de la chistera presidencial y de temerarias ocurrencias como la de la vivienda es que todo indica que semejantes disparates se le han ocurrido a él mismo, y ni siquiera a sus incipientes ministros que ayer aplaudían con devoción las gracias sociales de un presidente que se olvida de la España real, y de quienes pueden reactivar, de verdad, la economía. Al tiempo que ofrece a las Pymes en crisis, una rebaja fiscal que es inaplicable porque están en una más que dramática situación. Otra cosa sería que se les eliminara el pago de la Seguridad Social.

Decepción, pues, ante el discurso populista y nada realista del presidente, y por su falta de alusión al paro o de oferta de gran pacto nacional al primer partido de la oposición. Zapatero está a lo suyo, a ver qué pasa el próximo día siete en la jornada electoral europea, y a evitar que los sindicatos les puedan montar una huelga general. Veremos esta tarde que le responde la oposición, y cuantos apoyos recibe del resto de la Cámara donde habita de un tiempo a esta parte en bastante soledad.

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Notas del blogger:

(1) - Quiero decir que la iniciativa de eliminar la desgravación por compra de vivienda me parece muy adecuada: quien quiera algo en propiedad, que se lo compre él, pero no con los impuestos de todos. El gran problema de esta ocurrencia, desde mi punto de vista, es que está hecha para que la gente se apresure a comprar vivienda cuanto antes, de modo que en el corto plazo sirve para dar un balón de oxígeno (o de euros) a los impresentables jefezuelos de las constructoras e inmobiliarias.

(2) - La deducción por vivienda no es un derecho adquirido, sino que es una deducción aplicable cada año según el modelo de IRPF aprobado. Por tanto, en cualquier momento un Gobierno puede decidir eliminar las deducciones a quien sea. De hecho, sería injusto desde mi punto de vista que, a partir de 2012, pudiera desgravar por compra de vivienda quien hubiese comprado antes de 2011 y no pudiera hacerlo quien hubiese comprado a partir de 2012. En cualquier caso, considero injusto que el Estado, con los impuestos de todos, subvencione gastos destinados a la adquisición de bienes privados, como viviendas o coches.

3 comentarios:

Ara dijo...

La vivienda, además de un bien privado, es un derecho constitucional. Creo que es desacertado comparar las ayudas al sector del automóvil con las deducciones por compra de vivienda (siempre cuando estás sean destinadas a la compra de la PRIMERA vivienda, por supuesto).

Ara dijo...

y cambia estás por éstas, claro está :-P

Hipotecatombe dijo...

¡Buenas!

El derecho a vivienda digna expresado en la Constitución no habla en ningún momento de que la vivienda haya de ser en propiedad. El Estado simplemente ha de establecer las condiciones para que todos los ciudadanos tengan acceso a una vivienda (sea en alquiler o en propiedad), lo cual no significa que haya que poner dinero de todos para adquirir un bien privado.

En cualquier caso, el debate a favor o en contra de las deducciones por vivienda es un debate sin solución: cada cual esgrime sus motivos a favor o en contra de esas deducciones y es una cuestión de apreciación personal; aunque me gustaría señalar que hace un tiempo también yo veía con buenos ojos la deducción por vivienda, dado que "parece" una ayuda social a los ciudadanos... pero mirándolo con más perspectiva mi opinión cambió hacia el otro lado. ¿Quien se compra una mansión también merece desgravaciones? ¿Y quien tenga un salario millonario? Quizás si lo piensas mejor, verías que no es oro todo lo que reluce.

En cuanto a los coches, la reseña (de la cual recomiendo que se lea el enlace) viene a cuento de que ambas medidas anunciadas por el ineZPto están destinadas a emplear miles de millones de euros de dinero público para sacar del atolladero a grandes empresas, sean constructoras o automovilísticas. Y claro, los empresarios están encantados con estas políticas "de izquierdas" y "de ayuda social" de las que tanto alardea nuestro gran ineZPto. Parece que nadie se da cuenta de que los 2000 euros por coche o la desgravación por vivienda no salen de la nada, sino de tener menos hospitales, menos pensiones o menos de lo que sea de lo que el (des)Gobierno sí que debería preocuparse.

Saludos.

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