La aprobación de los Presupuestos

Muy buenas de nuevo.

Comienza 2010, el año del “acontecimiento planetario” anunciado por la bisoña Leire Pajín, con unos Presupuestos que son un despropósito. Unos Presupuestos inspirados ideológicamente por el inepto gañán (el ex-ministro Solchaga dijo que Zapatero había convertido a los ministros en auténticos secretarios de Estado), que forzaron la salida de Solbes como ministro por estar totalmente en desacuerdo, que fueron aprobados con fórceps y que son una auténtica calamidad, muy en la línea de a lo que nos tiene acostumbrados el inepto gañán:

Con el nuevo Presupuesto no se sale antes de la crisis, no se para la destrucción de empleo, va a seguir en aumento el déficit público, a pesar de todas las previsiones, no se estimula el consumo y la inversión, no se pone en marcha ningún tipo de reforma estructural, tal como vienen solicitando todos los organismos intencionales, se retiran en plena crisis los estímulos a una economía que estará muchos meses en recesión y, sobre todo, después de muchos discursos oficiales, se frena la inversión en I+D+i (investigación, desarrollo e innovación), que es la base para ese cambio de modelo productivo del que tanto viene hablando el Gobierno.

Claro que en todo esto seguro que ha tenido bastante que ver la bajada de pantalones (una más) del (des)Gobierno ante los nacionalistas. Así, el PNV y CC vendieron su voto a cambio de más prebendas para sus respectivos reinos de Taifas en un bochornoso e indecente espectáculo mostrado al público sin ningún pudor. ¡El mercadeo de votos en el Parlamento da asco y ganas de vomitar!

En concreto, el PNV, un partido con apenas 300.000 votos, logró el blindaje de su Concierto Económico (una aberración en cualquier Estado de Derecho), lo que supone la modificación de dos Leyes Orgánicas entre otras cosas. Muy bien describe la situación Velasco:

El Gobierno de Zapatero y su partido, el PSOE, están en profunda bancarrota política y de principios. Ya no se trata sólo de su absoluta incapacidad para encarar la grave situación económica y de su total falta de liderazgo y de credibilidad. Es mucho más que eso. Esta semana pasada dio otra muestra de todo ello con un vergonzante acuerdo con el PNV para blindar las normas fiscales de las diputaciones vascas, normas que suponen simplemente privilegios basados, según se afirma muy seriamente, en unos curiosos "derechos históricos" que, al parecer, son eternos e intocables. Se trata de modificar dos leyes orgánicas a cambio del apoyo del PNV a la aprobación de los Presupuestos del "Estado residual" para el 2010. Puro trapicheo entre un Gobierno que está dispuesto a "gobernar" como sea y a mantenerse a toda costa y un partido que obtuvo unos escasos trescientos mil votos y que al día siguiente de este acuerdo participó en la manifestación de San Sebastián en apoyo de Batasuna.

Está claro que el inepto gañán está dispuesto a pagar bien por mantenerse en su poltrona, y en el PNV lo saben y se aprovechan de ello, estableciendo su tarifa sin importar el interés general. Recordemos que tanto PNV como CC han criticado abiertamente los Presupuestos, aunque está claro que su falta de idoneidad no les ha impedido poner la mano y cobrar por su apoyo mediante contrapartidas que nada tienen que ver con la política económica general, importándoles un bledo todo lo demás.

Y para no enmendar nada, el (des)Gobierno sigue con sus mentiras al alardear de que son unos Presupuestos sociales en los que se protege a los ciudadanos. ¡Mentira! La principal, casi única, causa del desorbitado aumento en el gasto por desempleo no es que haya mayor protección, sino que hay que pagar a más gente; a esos cuatro millones de parados que ha provocado la “no crisis” que negaba el mentiroso compulsivo que habita La Moncloa.

Y para terminar de despistar y extender cortinas de humo, se inventaron aquello del machismo de Rajoy por ningunear a Salgado y responsabilizar directamente a Zapatero de los Presupuestos. El problema no es el machismo de Rajoy,  no; el problema son los Presupuestos que Elena Salgado se empeñó en presentar y defender a pesar de que son indefendibles.

Buenas noches.